El pasado 25 de noviembre se conmemoró el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer. En entrevista por Radio Fe y Alegría, Sonia Von Lepel, abogada y responsable del área de vigilancia de la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA), recordó sobre la fecha. “Es un día de conmemoración para poder visibilizar las múltiples violencias que siguen sufriendo las mujeres y en especial las niñas a nivel mundial”.
Al respecto, desde el trabajo que viene realizando la CDIA en defensa por los derechos de la niñez y adolescencia comentó que los hechos de violencia contra las niñas y adolescentes en Paraguay ocupan uno de los porcentajes más elevados y más recurrentes en denuncias en el sistema de justicia. Señaló que, si bien durante la pandemia estadísticamente se experimentó una reducción en las denuncias de abuso, esto estaría relacionado a la falta de contacto de las niñas y niños para realizar una denuncia. “Muchas de ellas (niñas) estaban en sus casas con sus agresores y tampoco tenían el contacto cercano con las maestras que son los canales de comunicación para las denuncias. Entonces creemos nosotros que esto va a aumentar una vez que los niños y las niñas puedan tener un contacto más directo con las maestras”.
“Si los hechos de violencia llegan al sistema de justicia es porque ya llegamos muy tarde”
El sistema de protección y prevención para evitar casos de violencia contra niñas y adolescentes es deficiente y continúa siendo una asignatura pendiente en Paraguay. Esto se refleja en la cantidad de hechos de violencia que llegan al sistema de justicia. Von Lepel explicó que el sistema de justicia lo que hace es que un hecho que ya ocurrió no quede impune y que la víctima pueda de alguna manera restituir sus derechos con una sanción al agresor y con una compensación o apoyo integral. “En Paraguay lo que tenemos mayoritariamente es una deficiencia en el sistema de protección y de prevención. El Estado no apuesta firmemente en la prevención de los hechos y esto hace que lleguen en cantidad al sistema de justicia y eso no es una respuesta. Nosotros no necesitamos un sistema de justicia colapsado. Nosotros necesitamos un Estado que priorice el sistema de prevención para evitar que las niñas y niños sean víctimas de violencia, porque las violencias que sufren las niñas quedan para toda la vida”.
¿Prevención o Protección?
“Cuando hablamos de prevención estamos hablando, posicionándonos antes de que ocurran los hechos. Es decir, tomar todas las medidas: llevar la educación sexual a las escuelas, que el sistema local de las Consejerías Municipales por los Derechos del Niño, Niña y Adolescente (CODENI) esté fortalecido, que puedan tener un mapeo de las familias, ingresar a aquellas familias con problemas sociales dentro de los programas sociales, todo este tipo de acciones o decisiones que puede tomar el Estado antes de que ocurra el hecho. Y la protección, estamos hablando cuando ya ocurren los hechos y las medidas que se pueden tomar a partir de que esa niña pueda recibir una mayor violencia o cese las consecuencias de ese hecho. En general estamos hablando de protección como una obligación estatal de rango constitucional y también a nivel de tratados internacionales, porque el Estado es garante de la vida y de la salud, y de la integridad física de los niños, niñas y adolescentes. En ese sentido tiene la obligación de protegerlos. Ese es el concepto más amplio de protección. Si el Estado no les protege a las niñas está incumpliendo una obligación y puede ser pasible de una sanción si es demandado internacionalmente”.
Si sos testigo de un caso de violencia contra una niña, niño o adolescente, ¡denunciá!
La abogada Sonia Von Lepel detalló que todo lo que guarda relación con hechos de violencia hacia la niñez y adolescencia están tipificados como hechos punibles. Esto significa que debe intervenir la fiscalía penal, ya que se trata de un proceso penal. Es por esto que cualquier persona que tenga conocimiento de hechos de violencia contra niños y adolescentes debe realizar la denuncia en la comisaría más cercana, en la fiscalía o en las CODENI.
“El Código de la Niñez y Adolescencia y el Código Penal establecen que los hechos punibles contra maltratos, hablamos de abuso sexual, maltratos, incumplimiento del deber de cuidado son tipos penales calificados como delitos de acción penal pública. Es decir, cualquier ciudadano, ciudadana que tiene conocimiento de este tipo de hechos puede acercarse a la CODENI, a la comisaría más cercana, a la fiscalía a hacer la denuncia directa. No hay ninguna obligación de que sean familiares directos quienes realicen la denuncia. Cualquier persona que tiene conocimiento tiene la obligación de poder denunciar estos hechos que ocurren en su comunidad y que llegan a su conocimiento. Y si se trata de funcionarios públicos con más razón tienen una doble obligación porque tienen una posición de garante al ser funcionarios del Estado de hacer la denuncia de los hechos que tienen conocimiento en su comunidad, desde cualquier comunidad”.
¿Qué aspectos deberían reforzar las instituciones encargadas de velar por los derechos de la niñez y adolescencia para lograr una auténtica prevención y protección?
“Una de las cuestiones principales es dotar de suficiente presupuesto al Ministerio de la Niñez, específicamente en el área de protección para poder trabajar bien y fortalecer los pocos programas que existen. Segundo, un trabajo más articulado entre el ente responsable y la presencia local. No podemos seguir trabajando de manera desarticulada porque no vamos a tener resultados. Los funcionarios no pueden estar diseñando programas en formato gabinete disociado de la realidad de territorio. Tenemos que fortalecer la presencia territorial. La responsable de la CODENI que está en la comunidad es la persona más idónea, indicada, que, si le fortalecemos, le capacitamos y le dotamos de presupuesto, efectivamente las CODENI tienen el equipo multidisciplinario necesario que va a poder tener la llegada directa en territorio y va a poder hacer este acompañamiento directo y articulado con el sistema educativo, con la supervisora, con las escuelas, con el sistema de salud”.
Por último, señaló la importancia de las escuelas en la prevención de la violencia y la necesidad de hablar de violencia en todos los niveles, ajustando metodologías y formas para abordar el tema. “Tenemos hechos de violencia de bebés de meses. Las niñas y niños son violentados en las distintas fases etarias. La violencia no discrimina en edad. Entonces tenemos que estar presentes desde el vamos y el espacio más idóneo son las escuelas para poder socializar y hablar con las niñas y niños, y ese también es el canal de comunicación mucho más cercano y de confianza que tienen esas niñas y niños para poder hablar. Porque es sabido estadísticamente que la mayoría de los hechos de violencia sucede en el entorno cercano familiar. Esa es nuestra realidad”.